En la primera visita al lugar, pudimos observar multitud de flores de Ophrys speculum, una de las más curiosas orquídeas-abeja.
Muy pequeñas y difíciles de ver si uno no va mirando atentamente al suelo, pudimos empezar a encontrarlas gracias a su abundancia, pues de otro modo perfectamente podríamos haber pasado por la zona sin haberlas visto.
Probablemente emita también un olor atractivo para las abejas, de modo que éstas se posan sobre el labelo, intentando copular y mientras tanto, las bolsas de polen situadas en la parte superior de la flor, de color amarillo y muy pegajosas, se adhieren al dorso de la abeja, que las transportará hasta la siguiente flor.
Esta estrategia de polinización "engañando" a insectos es muy frecuente en las orquídeas.
Aunque es raro, no resulta excepcional encontrar algún ejemplar con alguna anomalía. La más frecuente es la decoloración, de forma que la flor presenta únicamente tonos amarillentos.