16 jun 2014

En el hide de carroñeros (2) - La locura

Especies
Gyps fulvus
Aegypius monachus
Milvus migrans

Continuación de la fotocrónica anterior...

En un determinado momento, los pocos buitres leonados (Gyps fulvus) que esperaban por los alrededores, levantaron el vuelo y desaparecieron en dirección a la parte trasera del hide, con lo que los perdimos de vista, pensando que habían decidido irse para volver más tarde, o no volver.

Sin embargo, en menos de un minuto, un fuerte aleteo por encima de nosotros nos sobresaltó... Y de pronto aterrizaron al menos una docena de buitres leonados, que cayeron literalmente sobre la comida.



Verdaderamente es una impresión inolvidable oír sobre tu cabeza ese ruido tan fuerte y ver caer a esos animales tan grandes, a tan escasa distancia.



No olvidemos que se trata de una de las aves de mayor tamaño de Europa, con una longitud corporal que supera el metro y una envergadura con las alas extendidas que llega hasta los 2,5 m., pesando entre 7 y 10 kg.



Y empezaron las trifulcas, los aleteos, picotazos y huidas con un trozo de carne en el pico, mientras los milanos y cigüeñas se mantenían a prudente distancia.





Luego bajaron un par de buitres negros (Aegypius monachus), que se sumaron a las disputas y se hicieron un hueco rápidamente. 





Allí permanecieron al menos una hora, mientras acababan con los restos de carne y algunos huesos, para desaparecer de pronto, casi del mismo modo que aparecieron, quedando dos o tres que se alejaron un poco y se marcharon pronto, dejando ya que los milanos, cigüeñas y un par de alimoches (de los que hablaré en un próximo post), que se mantuvieron a prudente distancia mientras tanto, terminaran de rebañar la poca carne que aún quedaba sobre los huesos de pollo.



En definitiva, una experiencia impactante e inolvidable, pues la impresión de estar viendo a estas aves tan cerca es algo que no se puede imaginar, sólo vivir un momento así.